Carta
                        abierta con una propuesta
                        Queridos
                        amigos del ajedrez: 
                        Estoy
                        escribiendo esta carta abierta, dirigida tanto a la FIDE
                        como a todo el mundo que juega al ajedrez, debido a
                        cierta crisis en la que se ha encontrado nuestro noble
                        juego últimamente. Esta crisis no sólo se define por
                        una insatisfacción general, procedente de
                        patrocinadores, organizadores y aficionados; también
                        entre los profesionales ha habido un malestar creciente.
                        Han dejado de organizarse bastantes torneos
                        tradicionales; en los que siguen manteniéndose, un número
                        cada vez mayor de fuertes jugadores compiten por el
                        mismo dinero. Al mismo tiempo por todos los lados se
                        alzan voces expresando serias preocupaciones por la
                        falta de brillantez en algunos torneos del más alto
                        nivel con notorias tablas cortas. 
                         
                                  
                        Para comprender las razones por las que nuestro deporte
                        nunca ha llegado a las alturas que merece, me parece útil
                        mirar un deporte muy similar al nuestro: el tenis. Ambos
                        juegos presenta la batalla de dos personalidades,
                        mostrando toda una serie de armas técnicas en su lucha,
                        compitiendo en velocidad y precisión, en paciencia y
                        sabiduría. ¿Por qué, a pesar de esos evidentes
                        parecidos, a pesar del hecho de que mucha gente en todo
                        el mundo escapa de jugar al ajedrez correctamente,
                        estamos a años luz detrás del tenis en todo lo que
                        define el éxito en el deporte profesional?  
                         
                                  
                        Las razones son numerosas, sin duda, pero el principal
                        problema tal y como yo lo veo, es la existencia de las
                        tablas como resultado en el ajedrez. Las tablas cortas
                        (y yo también he hecho algunas) hacen que nuestro juego
                        parezca una especie de actividad académica para
                        iniciados, más que un deporte;  pero no pueden
                        evitarse: la preparación de hoy en día y la calidad
                        inherente al ajedrez son tales que unas tablas, y en
                        concreto unas tablas cortas, es el resultado más
                        probable de una partida entre jugadores fuertes bien
                        preparados. Aun así, en un torneo bien organizado, los
                        jugadores de primera fila que son llevados a las
                        habitaciones del hotel tras unas tablas de diez minutos,
                        no añaden atractivo al ajedrez.  
                        Volviendo
                        al tenis, el principal atractivo es, tal y como yo lo
                        veo, el hecho de que cada lucha individual produzca un
                        resultado; el ganador y un perdedor al final del día. Y
                        todos los espectadores sienten emoción por ver, digamos
                        a Nadal y Federer salir a la cancha, sabiendo que uno de
                        ellos triunfará y el otro perderá. En resumen, para
                        describirlo figuradamente, habrá sangre. Y habrá
                        grandes campeones. 
                        En
                        nuestro juego, sin embargo, las cosas son distintas.
                        También tenemos grandes campeones, pero su grandeza es
                        a veces limitada a los conocedores de los entresijos del
                        juego. Para tener éxito fuera de nuestro pequeño
                        mundo, para conseguir portadas y televisión, y por
                        medio de yo también financiación para esta parcela,
                        necesitamos campeones que atraiga al público general,
                        incluso al público que está lejos de los entresijos
                        del ajedrez. Lo mismo que una racha ganadora
                        de Novak Djokovic este año, por ejemplo. Algo que una
                        victoria en un súper torneo de ajedrez con un 8 de 13
                        sencillamente no puede igualar. 
                        Y
                        ahora llega mi proposición. Si queremos éxitos,
                        patrocinadores, público y el resto de nuestra parte del
                        pastel, tenemos que abolir esas tablas en los torneos clásicos.
                        Y no por la regla de Sofía (en los torneos con la regla
                        de Sofía se producen tantas tablas como
                        en cualquier otro, y no por la regla de las 30 jugadas,
                        donde los jugadores a menudo simplemente están
                        esperando al movimiento 30. Necesitamos algo
                        completamente diferente. Como el desempate en tenis.
                        Necesitamos un resultado. En todos y cada uno de los días. 
                        Y
                        así es como funciona. Jugamos ajedrez clásico, digamos
                        que con control de tiempo de cuatro o cinco horas. ¿Tablas?
                        No hay problema: cambio de colores, 20 minutos para cada
                        jugador y vuelta a jugar. ¿Tablas de nuevo? 10 minutos
                        para cada jugador, cambio de colores y vuelta jugar.
                        Hasta que haya un ganador ese día. Y al ganador gana la
                        partida y recibe un punto y el perdedor consigue su
                        cero; y la partida se evalúa de acuerdo con ese
                        resultado. sin tener en cuenta si era clásica, rápida
                        o relámpago. 
                        De
                        esta forma las expectativas de la masa nunca se verán
                        decepcionadas. Siempre habrá un ganador, siempre habrá
                        sangre. Llegará una
                        era de grandes campeones, ya que con este sistema habrá
                        veces en las que Vishy o Magnus ganarán en Wijk-aan-Zee
                        con 13 de 13 y habrá rachas ganadoras,
                        cuando alguno de los grandes campeones enlace 50
                        victorias consecutivas. Entonces tendremos portadas. 
                        Y
                        mucho más que eso. Será bueno para nuestro deporte. No
                        sólo en cuanto a patrocinadores, atención y premios.
                        Será esencialmente bueno para nuestro juego. La gente
                        luchará muy duramente con blancas para decidir la lucha
                        en ese momento y no en una partida rápida con negras.
                        En vez de ofrecer tablas en un final ligeramente
                        favorable, para ahorrar energía y pillar una película,
                        los ajedrecistas mostrarán toda su capacidad y ganarán
                        esos finales. De hecho, eso desarrollará el ajedrez clásico. 
                        Y
                        tanto más. A menudo los jugadores a los que les toca
                        jugar con blancas, cuando se siente mal por la mañana,
                        van a la partida con la actitud de "Haré tablas
                        hoy".  ¿Imaginan lo que pasará con esa
                        actitud? El ajedrez se convertirá en un auténtico
                        deporte. Nos levantaremos para ganar o perder ese día.
                        Llegaremos al tablero listos para jugar al ajedrez. Y lo
                        mismo que cuando vamos a ver jugar a Federer (vemos esa
                        derecha que barre, ese cortado natural, ese servicio
                        como un martillo y ese resto inmaculado) lo mismo pasará
                        en el ajedrez. Todos y cada uno de los días veremos a
                        jugadores como Aronian o Grischuk presionando con
                        blancas, sorteando los problemas con negras y mostrando
                        algunas habilidades en ajedrez relámpago ante un público
                        cada vez mayor. Eso es algo que me gustaría ver y
                        jugar. 
                        Gran Maestro
                        Rustam Kasimdzhanov
                        |