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Que malo es esto de fumar

Dibujo de un anciano encendiendo una pipa

Marshall, Frank James - Burn, Amos

París 1900

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 Cf6 4.Ag5 Ae7 5.e3 0–0 6.Cf3 b6 7.Ad3 Ab7 8.cxd5 exd5 9.Axf6 Axf6 10.h4 g6 11.h5 Te8 12.hxg6 hxg6 13.Dc2 Ag7 14.Axg6 fxg6 15.Dxg6 Cd7 16.Cg5 Df6 17.Th8+ 1–0

     

                   Después de 13...Ag7                 Después de 16...Df6

 

          Amos Burn no se podía separar de su pipa y menos aun cuando se sentaba frente a un tablero de ajedrez, ya que para poder concentrarse al máximo necesitaba imperiosamente fumar. Para su desgracia, en esta partida ocurrieron varios hechos que perturbaron su hábito y su forma de jugar al ajedrez... mal momento para jugar despistado, ya que enfrente tenía un rival explosivo, famoso por sus sorprendentes combinaciones y por lanzarse al ataque en cuanto veía la más mínima debilidad.

          Durante las primeras jugadas Burn empezó a desquiciarse ya que no encontraba su tabaco por ningún lado, con lo que resultaba imposible que preparase su ansiada pipa. Por el momento la partida se encontraba en plena apertura, por lo que la situación no era muy problemática para el jugador inglés, que jugaba de memoria... aunque las cosas no tardarían demasiado en empeorar (si algo puede salir mal, seguro que saldrá mal).

Amos Burn

           Burn se había levantado con el pie izquierdo y lo siguiente que le ocurrió es no encontrar por ningún lado el limpiador del tubo de la pipa, algo necesario para poder usarla. Por más que buscaba entre sus bolsillos, nada encontraba. Esto le empezó a poner nervioso y comenzó a prestar poca atención a la partida, de haberlo hecho nunca hubiese permitido que se llegase al cambio de peones de la decimosegunda jugada, con la consiguiente apertura de la columna h, que se convirtió en una autopista que llevaba hasta su rey.

            Pero no acabó ahí la cosa. Tras encontrar todos los objetos perdidos y conseguir llenar la pipa de tabaco, se dispuso a buscar las cerillas y, por supuesto, tardó otro buen rato en encontrarlos. Las jugadas iban pasando, ya que Marshall jugaba a toda velocidad viendo el despiste de su adversario y advirtiendo que ya estaba a punto de finalizar la complicada operación 'encendido de pipa'. Cuando vi por primera vez la posición de la jugada 13, se me ocurrió en el acto Axg6, clavando el alfil y teniendo un peligroso ataque por la columna abierta. Burn, un jugador muy fuerte defensivamente, ni se enteró del peligro. Simplemente estaba ausente y sólo tenía en su mente su dichosa pipa. Los nervios le estaban acosando y cuando intentó encender la pipa se quemó los dedos con la cerilla... ¡que desastre! Cuando por fin logró encender su pipa, algo que logró en la jugada 16, ya era demasiado tarde, la combinación ideada por Marshall era imposible de detener y recibió mate en dos jugadas.

            Esta es la historia de la partida más angustiosa que Amos Burn disputó en su vida, en la que fue barrido del tablero casi sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor... ¡dichoso tabaco!

  

 

 

 

 

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