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                        Xavielly Tartakower estaba muy satisfecho de esta pequeña
                        obra de arte que jugó ante Maroczy. Su rival era un
                        especialista en el juego defensivo, por lo que cada
                        combinación de la partida tiene aún más mérito. Este
                        torneo contaba con cinco premios de belleza, por lo que
                        Tartakower tenía esperanzas de que el primero de ellos
                        recayese en su creación. Sin embargo, los jueces le
                        concedieron el tercer premio esgrimiendo el siguiente
                        argumento: "los sacrificios de las negras son de
                        consecuencias incalculables y, por tanto, merecen que se
                        los ignore". Tartakower montó en cólera ante
                        semejante visión de la belleza de una combinación y
                        mostró su desacuerdo total con la decisión. Creo
                        que Tartakower llevaba gran parte de razón y la excusa
                        de los jueces parece bastante pobre. Una combinación en
                        la que resulta complicado determinar a donde conduce (y
                        termina en victoria) parece más meritoria que otra
                        realizada con un propósito determinado, como recuperar
                        el material entregado en pocas jugadas.
                                  
                        Pero juzguen ustedes mismos y comparen la partida de
                        Tartakower con las que ganaron los primeros premios... 3
                        de ellos recayeron en Akiba Rubinstein, y eso que muchos
                        le etiquetan como jugador estrictamente posicional.
                        Tengo que decir que la partida de Wolf es realmente espléndida,
                        con golpes tácticos por todas partes y una posición de
                        locura:
                          
                         
                                  
                        Hay que decir que durante el torneo también se disputó
                        otra gran partida que no tuvo la fortuna de ser
                        premiada: Spielmann
                        - Grünfeld.
                         Javier
                        Cordero Fernández 
                        (20
                        Diciembre 2012)  |