Ya no está entre nosotros, su muerte nos sorprendió en enero del año pasado, pero era una persona que amaba y disfrutaba del ajedrez como nadie. Se trata de Heath Ledger, actor que alcanzó fama mundial con la película Brokeback Mountain, actuación por la cual estuvo nominado a los Oscar.

           Heath vino al mundo en la localidad australiana de Perth, el 4 de Abril de 1979. La vocación para la interpretación le llegó en su niñez, pero antes de que eso ocurriera ya había descubierto un juego lleno de profundidad y belleza que le había cautivado y que no abandonaría jamás a lo largo de su vida...  juego que no puede ser otro que el ajedrez.

           Nuestro protagonista participó en varios torneos de ajedrez infantiles, llegando a obtener el triunfo en el campeonato estatal sub-10. Pero esto no duró mucho, ya que Heath decidió abandonar su carrera en el tablero para dedicarse a otro oficio más lucrativo: el de actor. Todos sabemos lo duro que es el camino para convertirse en jugador de ajedrez profesional, por lo que no es de extrañar que viese más porvenir en situarse detrás de las cámaras. El ajedrez quedó relegado a un segundo plano, aunque jamás abandono su práctica a nivel de aficionado.

           Sus comienzos en el cine no fueron demasiado brillantes, algo que ocurre con la gran mayoría de actores. Los papeles que recibía no eran demasiado brillantes y la fama, por el momento, se resistía a visitarle. Por ese motivo decidió dar un giro drástico a la situación y se trasladó a Estados Unidos, país donde existían muchas más oportunidades para poder triunfar.

           El trabajo y el tesón fueron dando sus frutos, sobre todo a través de papeles de actor de reparto que le permitieron darse a conocer. El 2005 sería el año de su gran explosión, protagonizando 4 películas, entre ellas Brokeback Mountain, film que marcaría su carrera y su vida. Como ya sabréis, esta película trata sobre la relación de dos cow-boys homosexuales en los años 60, sin duda una historia trasgresora, sobre todo para cierto sector de la sociedad norteamericana que permanece anclado en en los prejuicios arraigados muchas décadas atrás. Como ya he comentado, estuvo nominado a los Oscar por Brokeback Mountain, además de recibir varios premios, como el de mejor actor del 2005 (otorgado por los críticos de New York) y el mismo premio, pero otorgado por la academia australiana.

           Su fama se había disparado y en 2007 disfrutó de su primer papel en una superproducción, dando vida al Joker en 'El caballero oscuro', la última entrega sobre el superhéroe Batman. La gran interpretación que realizó de este famoso villano le sirvió para obtener el Oscar al mejor actor secundario, aparte de muchos otros premios, alguno de ellos a título póstumo (como el globo de oro).

           El peso de la fama empezó a hacer mella en él, no todas las personas pueden soportar perder su independencia y anonimato, por lo que existen actores que huyen de todo lo que reporta el estrellato. Heath Ledger falleció la madrugada del 22 de Enero de 2008 por una sobredosis de píldoras para dormir, sin que se haya podido demostrar que fuese un suicidio.

           Pero mejor hablemos de su pasión por el ajedrez, una adicción, según sus propias palabras. A pesar de abandonar la práctica del ajedrez de torneo, siguió practicando el juego a diario, dato totalmente contrastado ya que en muchas entrevistas reconoció que jugaba al menos una partida al día. Solía acudir al parque Washington Square de New York para jugar al ajedrez. En dicho parque hay muchas mesas con un tablero pintado en su superficie, por lo que se puede jugar al aire libre, algo muy común en Estados Unidos y que debería ser imitado en nuestro país, ya que muy pocas mesas de ese tipo he visto en las ciudades que he visitado.

Partidas de ajedrez en Washington Square

           Las personas que compartieron tablero con el actor comentan que no tenía un nivel muy alto, pero que jugaba con gran entusiasmo y alegría, como el niño que se come su primer caramelo. Siguiendo la tradición de estos sitios, apostaba un par de dólares en cada partida (no hay que olvidar que esa fue la manera con que Humphrey Bogart sobrevivió durante los tiempos difíciles de su vida).

           Ledger era una persona que disfrutaba con el ajedrez, en las partidas se conducía con júbilo y también con algo de sorna, ya que le gustaba hacer comentarios irónicos a sus rivales (del tipo: "oh, que gran movimiento has hecho... si quieres perder, claro").

           Quiso mostrar su reconocimiento al juego que tantas horas de diversión le había dado, llevándolo a la gran pantalla. Ledger estaba trabajando en un proyecto que supondría su debut como director, su opera prima se iba a titular: "The queen's gambit" (El gambito de dama), una adaptación de la novela de Walter Tevis, con una trama estrechamente relacionada con nuestro juego, que iba a tratar sobre una niña huérfana que se hace genio del ajedrez. Su prematura muerte nos privó de poder disfrutar de esta película, que seguro hubiese tenido un hueco en la sección de ajedrez en el cine. De cara a promocionar la película, en algunos medios se dijo que Ledger tenía un nivel de GM, cosa que como ya hemos tratado no es cierta.

           Tras su fallecimiento, en su ciudad natal quisieron rendirle un homenaje, para ello en la playa donde solía jugar al ajedrez se colocaron 3 esculturas realizadas por el artista Ron Gomboc. Dos de ellas estaban relacionadas con el ajedrez (como se puede apreciar en la foto) y la tercera tenía el símbolo del yin y el yang, relacionado con sus creencias en la filosofía oriental. Además, en ésta última escultura se puede leer la siguiente inscripción sacada de un escrito de Kahil Gibran (también relacionado con la filosofía oriental):

Sólo cuando bebas del río del silencio cantarás de verdad.

Cuando hayas alcanzado la cima de la montaña, entonces empezará el ascenso.

Cuando la tierra reclame tus miembros, entonces, realmente bailarás.

           Lo que los aficionados al ajedrez podemos aprender de Heath Ledger es su entusiasmo por el juego. Hay veces que, por unos motivos u otros, no sabemos disfrutar de nuestros pasatiempos favoritos. Este actor originario de Perth disfrutaba cuando se sentaba enfrente de un tablero y comenzaba a mover las fichas, seguro que entonces, y sólo entonces, todos sus problemas se desvanecían.

Javier Cordero Fernández

(5 Mayo 2009)