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El autómata Ajeeb

Autómata Ajeeb

( Autor : Javier Cordero Fernández - © Ajedrez de ataque )

        Ajeeb fue el autómata que más fama generó tras la desaparición del Turco. Fue diseñado y construido por Charles A. Hooper, en el año 1868.

        Como "El Turco", esta máquina también contaba con un muñeco, creado para distraer la atención del público. En este caso se trataba de una figura india, de piel oscura y con la cabeza y brazo derecho móviles (al igual que su antecesor, el muñeco movía las piezas).  El aspecto estrafalario es un rasgo común a todos los autómatas, era muy importante tener al público distraído para que no centrase su atención en lo que ocurría dentro del autómata.

        Su primera exhibición fue dada en el Royal Polytechnical Institute de Londres y nadie consiguió desvelar su secreto (que no era otro que un jugador dentro de la máquina moviendo las fichas, lo cual, a estas alturas, no puede causar ningún tipo de sorpresa). A esta exhibición siguieron otras muchas en la capital inglesa, para luego recorrer varios países del viejo continente. En 1885, dueño y máquina cruzaron el gran charco para dar exhibiciones por varias ciudades de los Estados Unidos, donde levantó una gran expectación. Se cuenta que para atender toda la demanda de trabajo, Hooper creo varias copias de Ajeeb que iban a las diferentes ciudades que requerían sus servicios.

Cartel anunciando una exhibición de Ajeeb

        Entre los jugadores que tuvieron que estar encajonados durante horas dentro del autómata destacan: Charles Moehle, Albert Hodges, Constant F. Burille y uno de mis jugadores favoritos, Harry Nelson Pillsbury. Entre los personajes célebres a los que derrotó estuvieron Theodore Roosevelt y Harry Houdini. Pero los moradores de Ajeeb no tenían una tarea sencilla por delante, debían introducirse dentro del muñeco de cera casi desnudos, sin espacio para moverse ni estirarse, teniendo sólo una vista parcial del tablero ya que únicamente podían mirar hacia el exterior a través de una pequeña mirilla. Solían trabajar durante 3 horas seguidas dos veces al día... espero que al menos fueran bien pagados.

         Hasta nuestros días sólo han llegado dos partidas disputadas por esta 'máquina de ajedrez' y las dos acabaron en derrota: una de ellas ante el fuerte maestro Fritz Riemann (discípulo de Anderssen) y la otra ante un aficionado, la cual pueden ver a continuación:

        En 1895 Hooper se retiró del negocio después de haber vaciado los bolsillos de medio mundo. Tras el fallecimiento de Pillsbury la máquina sólo fue usada para jugar a las damas. En 1932 Ajeeb fue comprado por James B. Hanson, cuentan que de las miles de partidas que jugó en esa época solo cedió 8 tablas y nunca fue derrotada. Ajeeb desapareció durante la II Guerra Mundial. 


BIBLIOGRAFÍA

Diario Brroklyn Eagle, 16 Septiembre 1888


 

 

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