Sonja Graf nació el 15 de Febrero de 1908, en Munich (Alemania). Falleció el 6 de Marzo de 1956, en New York (Estados Unidos).

           Como Vera Menchik, Sonja Graf desafió las normas establecidas y decidió competir en los torneos reservados a los hombres. A pesar de que Menchik había abierto el camino, las mujeres seguían teniendo grandes dificultades para jugar al ajedrez y eran muchas las trabas que recibían de una sociedad tremendamente intransigente.

           Sonja Graf fue cautivada por el ajedrez a los 21 años. Según cuenta ella misma, volviendo de hacer unas compras por la ciudad de Munich pasó enfrente de un club de ajedrez y se quedó mirando ensimismada por una de las ventanas observando una de las partidas, así narra Sonja Graf esta anécdota: 

           "La partida entre un hombre y una jovencita me cautivó tanto que mis facciones instintivamente debían delatar todos mis pensamientos. Cuando la muchacha jugaba, a mi entender de manera catastrófica, dominaba los músculos de mi cara una rabiosa expresión de desencanto, mientras que después de las buenas jugadas del hombre se podía ver en mis facciones una amigable expresión de asentimiento, así estuve cerca de dos horas y media delante de esa ventana, sin que en el mundo de mis pensamientos existiera otra cosa que el ajedrez. De repente fui arrancada de mi observación, un ajedrecista se hallaba a mi lado, disculpándose aclaró que había comprendido, por mi actitud, lo aficionada que era yo al ajedrez y que, por tanto, debía entrar y jugar alguna partida. Magnifico -pensé-, mis deseos iban por fin a cumplirse, al principio contesté, titubeando, que no podía jugar porque sólo sabía lo poco que había visto en mi casa, pero el ajedrecista insistió: 'Ahora debe usted venir, hemos comprendido que le gusta el ajedrez y no la dejaremos ir'. Le seguí al interior del café, buscó un contrincante, del cual no tuve ningún interés en saber quien era, y fue cómico, le gané, los aplausos no querían tener fin.

           Usted debe venir todos los días -me dijeron-, no puede llegar lejos en el ajedrez con sólo desearlo.
           ¡Que importaba la riña y demás por llegar 4 horas tarde a casa! Mi decisión estaba tomada, tenía suficiente edad y decidí volver y dedicarme a mi querido ajedrez".

           Esta bonita y casual historia hizo que una mujer de gran talento pudiese jugar al ajedrez, ¡pero cuantos casos de mujeres con similar aptitud para el ajedrez se desaprovecharían durante aquella época!.

           Este fue el inicio de Sonja Graf en el mundo del ajedrez, si no hubiese sido tan tardío el nivel de esta ajedrecista hubiese podido ser mucho más alto. Sonja Graf estuvo acudiendo a ese club de ajedrez durante 9 meses y siguió sorprendiendo a todos por su facilidad para el juego. Comprendía con facilidad la posición de cada partida y sabía explotar las debilidades del juego de su oponente. En el club ya no tenía rival y todo esto lo logró sin leer un sólo libro de ajedrez. Algo totalmente verídico ya que ella reconoció que ni siquiera conocía la existencia de libros de ajedrez y cuando le comentaron que había multitud de títulos publicados se echó a reír sin creerse lo que le estaban contando.

           El Doctor Dyckoff, un experto jugador que logró ser campeón del mundo por correspondencia, la estuvo observando durante meses y se dio cuenta de su potencial, ofreciéndose a ser su maestro. Dyckoff le enseñó los principios fundamentales del ajedrez que regían en aquella época: los del Doctor Siegbert Tarrasch.

           En mayo de 1931 decidieron probar la fuerza de Graf y se concertó un encuentro contra la señorita Müller (considerada la mejor jugadora de Munich). Quedó bastante claro que la mejor jugadora de Munich no era la señorita Muller sino la joven Graf; el resultado fue de 3-0 a favor de Sonja Graf. A pesar de que el match estaba previsto para más partidas, Muller abandonó tras la tercera. La segunda partida fue especialmente bonita, Graf consiguió dar un mate con dos caballos muy similar a una famosa partida de Paul Morphy. A partir de ese momento la apodaron "la pequeña Morphy". Podéis ver la partida completa contra Muller y la posición final de la partida de Morphy en el siguiente enlace. (Ver Partida).

           Lo de "pequeña Morphy" no concuerda demasiado con su estilo de juego. Sonja Graf era una jugadora puramente posicional, siempre evitaba las complicaciones en el tablero y trataba de llegar a la victoria a través del dominio del centro. En esa época conoció al Doctor Siegbert Tarrasch, Sonja acudía al club de éste y escuchaba atentamente las enseñanzas del anciano de 70 años que fue considerado como el "campeón del mundo de los torneos". Estas lecciones fueron muy beneficiosas para Graf, que siempre recuerda con cariño al jugador alemán y a sus discípulos que le rodeaban diariamente.

           En 1932 consiguió derrotar al famoso maestro Rudolf Spielmann en una simultaneas, a partir de aquí decidió empezar a tomar parte en torneos internacionales.

           En 1934 el Doctor Max Euwe decidió organizar un match entre Vera Menchik y Sonja graf, este sería válido para el Campeonato del Mundo. Vera Menchik ostentaba la corona de campeona del mundo desde la primera edición y la había ido conservando durante las 4 ediciones que se habían disputado. Esta sería la primera vez que el título se decidía en un encuentro individual (en las otras 4 fue a través de un torneo). El match comenzó con sorpresa, Sonja Graf consiguió apuntarse la primera victoria. Pero las siguientes partidas estuvieron marcadas por el resfriado que tuvo Sonja Graf, que se vio obligada a jugar con fiebre y fuertes dolores de cabeza. El resultado de todo esto fue 3 victorias para Menchik, para un resultado final de 3-1. Sonja relató que tras el match tuvo que estar 14 días guardando cama. A pesar de la enfermedad no creo que hubiese podido derrotar a Menchik, ésta era demasiado fuerte para la todavía inexperta alemana.

           Su aparición en las competiciones reservadas para hombres no estuvo acompañada de buenos resultados, en casi todos los torneos que disputó terminó en las últimas posiciones y sólo se pueden salvar algunas victorias ante alguno de los grandes jugadores de la época. La competencia era muy dura, había pocos torneos y por eso a cada uno de ellos acudía gran número de figuras mundiales. Además los hombres se empleaban a fondo para no caer en la deshonra de ser derrotados por una mujer.

           En 1937 vuelve a disputar un match por el Campeonato del Mundo ante Vera Menchik, pero la inglesa vuelve a mostrarse inaccesible venciendo por 11'5-4'5 (9 victorias para Menchik, 2 para Sonja y 5 tablas). Ese mismo año se disputa un torneo valedero para el Campeonato del Mundo en Estocolmo, una vez más Menchik queda campeona con 14 puntos en 14 partidas; Sonja obtuvo el 3er lugar con 9/14.

           En 1939 acudió a Buenos Aires para volver a disputar el Campeonato del Mundo, en esta ocasión un torneo entre 20 jugadoras. Sonja logró terminar segunda con 16'5 puntos de 19 posibles, a sólo un punto de la eterna campeona Vera Menchik. Esta es sin duda la actuación más sobresaliente de su carrera. Hay que mencionar que de las 4 derrotas de Menchik en sus 101 partidas en el Campeonato del Mundo, 3 fueron a manos de Sonja Graf, que fue la única capaz de plantarle cara a la mejor jugadora del planeta.

           La II Guerra Mundial cambió su vida por completo. Sonja era de origen judío y su futuro en Alemnania era más que incierto. Tuvo la suerte de encontrarse en Argentina cuando los nazis invadieron Polonia, había jugado recientemente el campeonato del mundo en Buenos Aires y ese fue el motivo de encontrarse lejos de Europa en el momento de la tragedia. No podía regresar a Alemania por motivos obvios, por lo que pasó una temporada en Argentina, para terminar encaminando sus pasos a Estados Unidos. A partir de ese momento renegó de sus país y jugó bajo bandera estadounidense.

           Tras la guerra no disputó más torneos internacionales de nivel, aunque siguió jugando algún torneo en su nuevo país. En 1956 ganó el Campeonato femenino de California, dos años más tarde ganó el Campeonato femenino de los Estados Unidos (igualada con Gisela Kahn). En 1965 volvió a obtener el título de campeona de los Estados Unidos, justo un año antes de su fallecimiento.

           La mejor partida que he encontrado de Sonja Graf es su victoria ante el israelí Moshe Czerniak en el año 1942, podéis verla a continuación:

Javier Cordero Fernández

(20 Mayo 2006)

Czerniak - Sonja Graf,  Mar del Plata  1942     (VER)

BIBLIOGRAFÍA

El maravilloso mundo del ajedrez - Emilio Carrillo Alonso