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                 Curiosidades
                - Bloque 6 
                 
                
                  
                    
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                        Mikhail Botvinnik fue un campeón del mundo longevo,
                        triunfando en multitud de complicadas batallas. Metódico
                        hasta el extremo, siempre fue partidario de prepararse
                        en calor del hogar y no participando en torneos.
                                   
                        Se sabe que tenía algunas manías (como muchos
                        jugadores); una de ellas era su escasa tolerancia al
                        ruido, si en la sala de juego había el más mínimo
                        murmullo era incapaz de concentrarse. Para minimizar
                        este defecto empleó un método muy sencillo, cuando
                        entrenaba analizando variantes ante el tablero o jugando
                        partidas amistosas creaba de modo artificial un ambiente
                        ruidoso, poniendo la radio a gran volumen o conectando
                        algún electrodoméstico. 
                                   
                        Parece que este método le dio excelentes resultados y
                        Botvinnik dejó de reaccionar negativamente ante los
                        ruidos e incluso consiguió llegar a ignorarlos por
                        completo.   | 
                     
                   
                 
                 
                
                  
                    
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                        Alexander Alekhine dio multitud de sesiones de
                        simultaneas a lo largo del mundo. Tras tantas partidas,
                        protagonizó un gran número de anécdotas, como la
                        siguiente: 
                                
                        En una de estas exhibiciones llegó Alekhine a uno de
                        los tableros y vio a su rival totalmente alborozado y
                        feliz, sin borrar la sonrisa de su cara dijo
                        triunfalmente:  
                        -
                        ¡Maestro, es usted mate en 3 jugadas! 
                                
                        A lo que un tranquilo Alekhine replicó: 
                        -
                        Tiene razón, pero no se entusiasme, porque me toca
                        jugar a mí y tengo mate en dos.  | 
                     
                   
                 
                 
                Carlomagno
                ante el tablero 
                  
                
                  
                    
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                                  Carlomagno
                        contaba con un joven y valeroso soldado, llamado Garín,
                        a su servicio. Tal fue el valor que éste demostró que
                        se ganó la admiración de los caballeros y el amor de
                        las damas... entre ellas el de la mismísima Emperatriz,
                        que se quedó prendada de él desde la primera vez que
                        le vio. Sin embargo, Garín, siempre fiel a su señor,
                        la rechazó sin miramientos. La Emperatriz, movida por
                        el remordimiento, le contó todo a su esposo. 
                                 La
                        reacción de Carlomagno fue llamar a su presencia a Garín
                        y proponerle lo siguiente: "Juguemos una partida
                        de ajedrez, pero con estas reglas: si ganas, te haré
                        entrega de todos mis reinos y posesiones así como de mi
                        propia mujer. Si gano, pagarás con tu vida la derrota". 
                                 Garín
                        se vio forzado a aceptar, pero lo que Carlomagno no sabía
                        era que su rival era un fenomenal jugador de ajedrez.
                        Tras una dura lucha de ataques y contraataques, Garin
                        logró dar mate a su soberano. Carlomagno se quedó
                        totalmente abatido y dijo "Garín, haced lo que
                        os plazca, tomad lo prometido". 
                                 Garín
                        demostró su fidelidad a su señor renunciando a todo lo
                        que había ganado en el tablero y Carlomagno pudo
                        continuar su reinado. 
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                        El GM filipino Eugenio Torre es conocido por su carácter
                        huraño y reservado, casi nunca da entrevistas y suele
                        pasar de largo cuando se cruza con la prensa. 
                                
                        Un periodista estadounidense se empeño en conseguir una
                        entrevista de Torre y para ello le comentó: 
                        -
                        Tenga en cuenta que he hecho
                        una apuesta con un colega ¿No puede decirme aunque sea
                        un par de palabras? 
                                
                        A lo que Torre contestó (justo con las 2 palabras
                        requeridas): 
                        -
                        Ha perdido 
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                        El campeón del mundo José Raúl Capablanca tenía un
                        estilo que rayaba la perfección. Él era consciente de
                        su capacidad y no dudaba en vanagloriarse de ella, como
                        hizo ante unos amigos en un club, justo antes de su
                        match frente a Alekhine por el Cto. del Mundo; a esto
                        uno de los contertulios le avisó: "Mejor es ser
                        campeón sin juego, que ex-campeón con mucho honor"
                        avisándole de que no se preocupase tanto de su juego y
                        si del resultado. Ante esto un indignado Capablanca
                        respondió: "Jamás, en los próximos mil años,
                        me ganará Alekhine una partida". 
                               
                        Capablanca perdió su corona de campeón unos meses
                        después ante el citado Alekhine. Por casualidad,
                        Capablanca se encontró con su amigo en otro club de
                        ajedrez y le ignoró de forma intencionada; éste no se
                        desanimó y en voz alta gritó: "Ahora
                        ya han transcurrido mil años. ¡Y quien sabe si también
                        llegará pronto el enterrador!".
                        Se hizo un silencio sepulcral y todo el mundo temió un
                        violento escándalo. Pero cuando Capablanca,
                        encolerizado, se fijo en el semblante tragicómico de su
                        amigo, se transformó y ambos rompieron en una sonora
                        carcajada. 
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                        El jugador de Kazajstan Vladislav Tkachiev es conocido
                        por su habilidad en partidas blitz. Un exceso de ego
                        hizo que le comentase a su compañero Eduard Gufeld :"Si
                        hubiera un Campeonato del Mundo a dos minutos, yo sería
                        el campeón". 
                                 
                        Para alegría (o no) de Tkachiev, al poco tiempo se
                        organizó un Campeonato del mundo de partidas blitz (no
                        oficial)... que fue ganado por Karpov y en el que
                        Tkachiev tuvo una actuación más bien floja. Eduard
                        Gufeld, recordando la bravuconería de su colega, se mofó
                        de él comentándole: "¿Por qué no creamos el
                        Mundial 'alternativo' de partidas relámpago, es decir,
                        a ver quien pulsa el botón más rápido?". 
                                 
                        El primer Campeonato del Mundo oficial de ajedrez relámpago
                        se jugó en 1988, en Saint John, y fue ganado por el mítico
                        Mikhail Tahl. 
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