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                        Sin duda esta es la victoria más dolorosa que un
                        ajedrecista puede lograr... vencer a tu hermano/a, pero
                        cuando uno compite no puede tener miramientos, ni
                        siquiera con un familiar. Las hermanas Polgar fueron
                        invitadas, las 3 a la vez, en numerosos torneos, el
                        morbo de verlas competir ante los hombres era demasiado
                        grande, por eso tuvieron un gran número de duelos
                        fraticidas, llenos de espectáculo ya que cada una conocía
                        el juego de la otra a la perfección. 
                                   
                        En esta ocasión Judit no tuvo piedad de su hermana
                        mayor y logró una victoria en la que impartió una
                        lección magistral del dominio de la pareja de alfiles
                        en el final de partida... y
                        además lo hizo sin ver nada de nada. 
                                   
                        En ocasiones he leído que si Zuzsa hubiese empleado más
                        energía en su carrera en el tablero, habría llegado al
                        nivel de Judit o superior. Mi opinión a este respecto
                        es clara: eso es una exageración. He reproducido una
                        gran cantidad de partidas de ambas jugadoras y no tengo
                        duda de que Judit es más talentosa que Zsuzsa, algo que
                        la benjamina de las Polgar a demostrado en múltiples
                        ocasiones.  |