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 Mejores partidas

Un tablero asolado

Cuadro que representa el asalto a una fortaleza, entre escombros y humo

Wohl, Aleksandar - Gipslis, Aivars

Biel 1996

1.Cf3 Cf6 2.c4 c5 3.Cc3 e6 4.g3 b6 5.Ag2 Ab7 6.0–0 Ae7 7.d4 cxd4 8.Dxd4 Cc6 9.Df4 0–0 10.Td1 Db8 11.b3 Td8 12.Ab2 d6 13.Td2 a6 14.Tad1 b5 15.Cg5 bxc4 16.Cce4 d5 17.Dh4 dxe4 18.Axf6 Axf6 19.Dxh7+ Rf8 20.Td7 Txd7 21.Txd7 Re8 22.Txf7 Ce7 23.Txf6 gxf6 24.Df7+ Rd8 25.Cxe6+ Rd7 26.Cc5+ Rd6 27.b4 De8 28.Dxf6+ Rc7 29.De5+ Rb6 30.Cd7+ Rc6 31.Dc5+ Rxd7 32.Ah3+ 1–0

       

Después de 16...d5                    Después de 22...Ce7                 Después de 30...Rc6

         Esta no parece una partida jugada en el siglo XX. Sí lo es por la apertura utilizada, aunque el medio juego que se desarrolló dista mucho de lo que nos solemos encontrar hoy en día. Aleksandar Wohl no estaba teniendo su mejor torneo (en un Open encuadrado dentro del Festival de Biel), tal vez por eso jugó de una forma tan agresiva, con rabia contenida tras no estar peleando por los puestos de honor. A Gipslis no se le pueden poner demasiadas pegas, hasta el momento del ataque demoledor de su rival había colocado con bastante lógica sus piezas, pero terminó derrumbándose ante la tremenda presión a la que fue sometido. 

         El flanco de rey, que era la fortaleza del rey negro, desapareció por completo bajo la acción de los ataques ideados por Wohl, que no dejó piedra sobre piedra. El tablero fue devastado a golpe de sacrificio y el rey negro fue acosado sin piedad entre sus propias piezas, que asistieron impotentes a su caza... puro ajedrez romántico a las puertas del siglo XXI.

 

 

 

 

 

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