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                        Partida correspondiente a la última ronda del
                        campeonato de Europa. Jobava no tenía apenas
                        posibilidades de luchar por las medallas, pero su
                        victoria le permitió terminar empatado con los líderes,
                        los cuales hicieron tablas, por lo que pudo luchar por
                        los metales en el tie-break. Precioso remate final del
                        georgiano y más teniendo en cuenta lo que estaba en
                        juego. 
                                    
                        Triste espectáculo el protagonizado por algunos
                        jugadores en esta última ronda. A ella se llegaba con 9
                        jugadores empatados con 7'5 puntos y para sorpresa
                        general en los tableros 1 y 3 (Inarkiev - Naiditsch y
                        Kobaila - Gusenov) se firmaban tablas sin lucha. Teníamos
                        a 4 jugadores que renunciaban a ser campeones de Europa
                        y se conformaban no se sabe muy bien con qué. Porque
                        dudo que se pueda especular con que todas las partidas
                        de los líderes terminasen en tablas, para así jugártelo
                        todo en el tie-break. Al final tuvieron suerte y todo
                        terminó en tablas, por lo que ni más ni menos que 11
                        jugadores se jugarían el título en matches de dos
                        partidas.  
                                    
                        Nos encontramos ante una generación de jóvenes GM que
                        juegan como computadoras, parecen dominar todas las
                        novedades teóricas, pero les falta espíritu de
                        competición y de lucha. Deambulan de torneo en torneo,
                        conformándose con tener una actuación en la que no
                        pierdan puntos ELO, sin importarles quedar primero,
                        segundo o quinto. Esto va en contra de el espíritu de
                        cualquier deporte, que se resume en una sola cosa: el
                        triunfo. Como aficionado no sólo al ajedrez, sino a
                        otros muchos deportes, todo esto me da mucha lastima y
                        bastante vergüenza ajena. Sé que no es la primera vez
                        que escribo sobre este tema, pero cada vez que vuelve a
                        ocurrir me revelo y protesto. Si queremos que el ajedrez
                        siga creciendo, hay que erradicar este tipo de
                        comportamientos. 
                                     
                        Jobava y Malakhov aprovecharon la desidia general para
                        unirse al grupo de líderes al vencer en la última
                        ronda y, casualidades de la vida, consiguieron la
                        medalla de bronce y la de plata, todo un castigo a los
                        especuladores, que por cierto ni siquiera pasaron de
                        cuartos de final. Esta fue la clasificación final:  |