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El posicional por excelencia sale de las trincheras

Imagen de una alambrada de pinchos con un fondo en tonos dorados

Illescas, Miguel - Morozevich, Alexander

Madrid 1996

1.d4 Cf6 2.c4 e6 3.Cc3 Ab4 4.e3 0–0 5.Cge2 d5 6.a3 Ad6 7.c5 Ae7 8.b4 c6 9.Cg3 b6 10.Ad2 bxc5 11.bxc5 e5 12.Ae2 g6 13.0–0 h5 14.dxe5 Cg4 15.Axg4 Axg4 16.f3 Ad7 17.f4 Dc8 18.e4 d4 19.f5 dxc3 20.Axc3 Ca6 21.Cxh5 Cxc5 22.Cf6+ Axf6 23.exf6 Axf5 24.exf5 Ce4 25.Dc1 g5 26.Dd1 Cxc3 27.Dh5 Ce4 28.Dh6 Cxf6 29.Dxg5+ Rh7 30.Tf3 1–0

      

Después de 18...d4                   Después de 25...g5

Visor

 

          Esta es una de las mejores partidas jugadas por el GM Miguel Illescas. Un jugador de corte posicional que no acostumbraba a jugar de manera tan directa como en esta ocasión, de hecho formó parte durante 7 años del equipo del jugador posicional por excelencia (de los últimos tiempos): Vladimir Kramnik. El camino de Illescas en el ajedrez no ha sido sencillo. Logró ser el mejor jugador español, lo que a nivel mundial no significaba demasiado, pero supo aprovechar las invitaciones que recibió (como español) para jugar en Linares, lo que le permitió competir con los mejores del mundo y poder mejorar gracias a ello.

          Esta partida fue jugada en el torneo que supuso el mejor triunfo de su carrera, el Magistral de Madrid (1996), donde logró finalizar por delante de jugadores de la talla de Shirov, Gelfand, Adans, Korchnoi o el propio Morozevich, terminando empatado en cabeza con Veselin Topalov. Podéis consulta la tabla del torneo en: Madrid 1996. La derrota en la partida no sentó nada bien a Morozevich, que se negó a analizarla a posteriori aduciendo que estaba repleta de errores.

 

 

 

 

 

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