Inicio  |  La Diosa Caissa  |                                                                                                E-mail  |  Correo interno  |

 

Niña por fuera, dragón por dentro

Dibujo de un enorme dragón entre un resplandor dorado. El guerrero que trata de abatirlo es minúsculo a su lado

Pfeifer, Tamas - Polgar, Judit

Cto. Hungría equipos 1988

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 g6 6.Ae3 Ag7 7.f3 0–0 8.Dd2 Cc6 9.Ac4 Ad7 10.g4 Ce5 11.Ab3 Tc8 12.0–0–0 Cc4 13.Axc4 Txc4 14.h4 Da5 15.Rb1 Tfc8 16.Cb3 Da6 17.h5 Axg4 18.fxg4 Txc3 19.bxc3 Cxe4 20.Dd3 Cxc3+ 21.Rc1 Da3+ 22.Rd2 Cxd1 23.Rxd1 Dxa2 24.hxg6 hxg6 25.Th2 Da4 26.g5 Tc3 27.Dd2 a5 28.Df2 De4 29.Th3 a4 30.Cc1 a3 31.Tf3 a2 0–1

Después de 17.h5

 

          Hay personalidades dentro del ajedrez que atraen irremediablemente. Lo que ya no es tan habitual es que esto ocurra con ajedrecistas actuales, ya que la cercanía desmitifica a la persona. Tal vez se tiende a admirar las historias de los maestros antiguos, quedan tan lejanas que en muchas ocasiones se mezcla la realidad y la leyenda, lo que les da un componente más interesante. Si además tenemos en cuenta que la vida en el siglo XIX y primera mitad del XX era mucho más complicada, tendremos otro ingrediente que da más relevancia a los maestros antiguos: la épica y superación de situaciones terribles (como guerras, hambre, miseria...).

          Sin embargo, el caso de Judit Polgar siempre causa admiración. Desde niña jugaba al ajedrez como los ángeles y además sorprendía al hacerlo con un estilo agresivo repleto de imaginación. De esa época datan algunas de sus partidas más espectaculares, como la que hoy descubrimos. Mostrar esa personalidad a una edad tan temprana nos habla de una jugadora especial, que además supo sobreponerse a la tremenda presión de ser una mujer compitiendo en un mundo de hombres (ya que la élite del ajedrez es territorio exclusivo del hombre). Por todo ello es un modelo a seguir por todas las mujeres, aunque en realidad no lo sea por la escasa popularidad del ajedrez dentro de una sociedad que prefiere adorar a futbolistas que rozan la estupidez en cada declaración que hacen.

Judit y Sofia Polgar en 1988

          Judit tenía sólo 12 años cuando jugó esta partida, su rival tenía el doble. A esa edad realizó una de las exhibiciones más portentosas de la historia del ajedrez, logrando 12'5 puntos en 13 partidas durante la Olimpiada femenina de Tsalónica. Ese mismo año disputó esta partida, en el Campeonato de Hungría por equipos, con la variante dragón de la siciliana, una apertura que ha dado un buen número de grandes partidas a nivel táctico. Judit da toda una lección de como pasar al ataque y calcular con precisión... y no olvidemos que tenía 12 años, ¿os acordáis de qué cosas hacíais cuando teníais esa edad?

 

 

 

 

 

© Ajedrez de ataque. Todos los derechos reservados