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Ajedrez entre rejas... y sin ver el tablero

Bogoljubow, Efim - Alekhine, Alexander

Rastatt 1914

1.e4 c5 2.g3 g6 3.Ag2 Ag7 4.Ce2 Cc6 5.c3 e6 6.Ca3 Cge7 7.Cc2 0–0 8.d4 cxd4 9.cxd4 d5 10.e5 Ad7 11.0–0 Tc8 12.Ag5 h6 13.Ad2 Db6 14.Ac3 Ca5 15.Axa5 Dxa5 16.Ce3 Aa4 17.b3 Ab5 18.Te1 Da3 19.Dd2 h5 20.Cc3 Db4 21.Tec1 Aa6 22.Af1 Axf1 23.Rxf1 Ah6 24.f4 Cc6 25.Td1 Tfd8 26.Ce2 Db6 27.Rf2 Af8 28.h3 Ab4 29.Db2 Tc7 30.a3 Ae7 31.b4 Tdc8 32.g4 hxg4 33.hxg4 Rg7 34.f5 Ah4+ 35.Rf3 Ag5 36.f6+ Rf8 37.Cf4 Cxe5+ 38.dxe5 Tc3 39.Dd2 T8c4 40.Cfg2 d4 41.Th1 Rg8 42.Th3 dxe3 43.De2 Dd4 0–1

 

Después de 37.Cf4

Efim Bogoljubow         Alexander Alekhine

            En Septiembre de 1914 varios jugadores encaminaron sus pasos hacia la ciudad alemana de Mannheim para la disputa de un torneo. Justo en ese momento estalló un conflicto bélico entre el imperio austro-húngaro y Serbia, contienda a la que se fueron sumando decenas de países, como Inglaterra, Francia o Rusia, hasta llegar a un total de 32... la I Guerra Mundial había comenzado, el horror y la conmoción se extendieron a lo largo de todo el planeta.

            Los ajedrecistas desplazados a Mannheim se vieron sorprendidos por el comienzo de las hostilidades y los de nacionalidad rusa fueron inmediatamente detenidos por las tropas austriacas. Alexander Alekhine, Efim Bogoljubow, Piotr Romanovsky o Fedor Bohatirchuk (entre otros jugadores rusos) fueron encarcelados y trasladados al campo de prisioneros de Rastatt.

            Para poder soportar el tedio de su cautiverio se dedicaron a jugar al ajedrez entre ellos, pero como no disponían de piezas ni tableros con que hacerlo disputaban las partidas a la ciega, sólo con el poder de su mente. Como ellos mismos reconocieron, la posibilidad de poder jugar al ajedrez les salvó de caer en la desesperación. El ajedrez les servía para evadirse, cuando jugaban una partida podían volar por encima de los muros de la prisión y refugiarse en el particular mundo formado por un tablero y 64 fichas.

             Dos partidas, disputadas por Bogoljubow y Alekhine, han llegado hasta nuestros días. Tal vez se trata de las más brillantes y por eso fueron recordadas posteriormente por Alekhine. Siempre me ha maravillado ver combinaciones en el ajedrez a la ciega, la dificultad que entraña es enorme y sólo las mentes más brillantes están preparadas para lograrlo. Por eso me he esforzado en recopilar el mayor número de partidas a la ciega en las que hubo ajedrez táctico, siempre con el deseo de que el lector las disfrute.

 

 

 

 

 

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