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 Mejores partidas

'Viento del pueblo'

Mikhail Tahl

Tahl, Mikhail - Gulko, Boris

Año 1969

1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 e6 6.f4 Cc6 7.Ae3 Ae7 8.Df3 a6 9.0–0–0 Dc7 10.g4 Cxd4 11.Axd4 e5 12.fxe5 dxe5 13.Dg3 Cxg4 14.Ae2 Da5 15.Axg4 exd4 16.Cd5 Dxa2 17.De5 Da1+ 18.Rd2 Da5+ 19.b4 Dd8 20.Thg1 f6 21.Ah5+ Rf8 22.Txg7 fxe5 23.Tf7+ Re8 24.Txe7+ Rf8 25.Tf1+ Rg8 26.Tff7 1–0

Después de 21...Rf8

Partidas como esta pueden alcanzar el rango de poemas. Y qué mejor poeta que un mago del báltico

 

          Los dirigentes de la antigua Unión Soviética tenían una premisa muy clara: llevar el ajedrez al pueblo. Consideraban que este juego reportaría grandes beneficios al que lo practicase, sobre todo a los más jóvenes. Por eso decidieron introducirlo en las escuelas y darle una gran publicidad, catapultando a los grandes maestros al nivel de estrellas. Los más pequeños querían emular a sus grandes ídolos y para ellos se crearon los 'Palacios de pioneros', lugares donde podían recibir clases de ajedrez a cargo de monitores especializados, siempre fuera del horario escolar. Por dichos palacios pasaron los que serían futuras estrellas de este deporte como Tahl, Spassky, Stein, etc.

           El ajedrez estaba en la calle y varios de sus artistas jugaban por y para el aficionado, tratando de agradar, siempre que podían, al público. No es un secreto que Tahl siempre se posicionó del lado de estos últimos, lo cual no deja de sorprender en un jugador que fue campeón del mundo en un deporte donde lo que prima es la victoria y nada más que la victoria. En ciertas ocasiones Tahl realizaba jugadas con las que pretendía sorprender al público, cautivarlo, con acrobacias sin red en posiciones complicadas donde no le importaba asumir toda clase de riesgos. Podemos decir que Tahl jugaba para el pueblo, reflexión que me permite conectar con otra figura emblemática: el poeta Miguel Hernández, el cual escribía para el pueblo con la misma pasión que Misha aplicaba a sus partidas.

           La conexión entre estas dos figuras se puede condensar en uno de los escritos más populares del poeta: Viento del pueblo, del que pueden leer un extracto a continuación:

 

Miguel Hernández

"Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas. Hoy, este hoy de pasión, de vida, de muerte, nos empuja de un imponente modo a ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidas al pie de cada siglo"

Miguel Hernández 

 

           Cuando leí estos versos rápidamente me vino a la mente el juego de Mikhail Tahl, cada palabra del texto parece amoldarse a la visión que Tahl tenía del ajedrez y el fin último de sus partidas: crear belleza. El ajedrez, como la poesía, tiene un amplio componente artístico que suele aparecer cuando se escoge el camino más complicado, en ocasiones huyendo de una cómoda y rápida victoria, pero a la vez el más hermoso y placentero.

 

 

 

 

 

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